Sotoca de Tajo: La Peña de los Muertos
La Peña de los Santos
Texto y fotografías: Óscar Quirós Romero
Nombre del Yacimiento: Peña de los Santos
Localidad: Sotoca de Tajo, Guadalajara.
Nº de Yacimiento: 07/19/086/293
Descripción: Necrópolis Visigoda.
Cartografía S.G.E. 1:50.000; Cifuentes 512, hoja 22-20.
En las afueras de la localidad cifontina de Sotoca de Tajo, en un paraje conocido como "La Peña de los Santos", se han hallado restos de unas agrupaciones de tumbas de forma antropomórfica, excavadas en la piedra granítica y ya expoliadas, de probable origen tardorromano o visigótico.
Desde la prehistoria, el hombre ha buscado en la forma de enterrar a sus muertos una forma de venerar a sus ancestros, de llevarlos a la perfección en su recuerdo y acercarlos a la divinidad o la inmortalidad. A ellos se encomendaba cuando pasaba necesidades y a ellos agradecía los parabienes que la naturaleza le regalaba: Buenas cosechas, lluvias, fertilidad de las mujeres, victorias en el campo de batalla, etcétera.
La influencia del agua y los astros en la ubicación definitiva de las necrópolis se hizo patente en las primeras civilizaciones antiguas. Los egipcios ubicaban sus cementerios en la margen izquierda del Río Nilo y sus ciudades y palacios a su derecha, ya que es por ahí por donde sale el Sol. El amanecer significa la vida y amanece por el Este. El ocaso simboliza la muerte y sus necrópolis se situaban, por lo tanto, al Oeste del río. Este binomio entre lo celeste y lo terrenal será utilizado por prácticamente todas las culturas y religiones hasta nuestros días para ubicar sus enterramientos.
Curiosamente en la Península Ibérica, los visigodos, cristianos arrianos, adoptaron un sistema similar de sepultura en un época muy posterior en el tiempo (Siglos V al VIII d.n.e.) al Imperio faraónico, con un grado de civilización muy superior, ya que eran tribus bárbaras latinizadas procedentes de las regiones orientales de la actuales repúblicas de Hungría, Rumanía y Moldavía (la Dacia romana), encontrándonos en la época pre-musulmana con un sistema casi feudal de administración.
A sus muertos más poderosos o influyentes, en lugar de pirámides, les reservaban las altitudes graníticas de una montaña, generalmente, alejada del asentamiento permanente poblacional y, siempre, separados del poblado por un cauce, más o menos importante, de agua. Encontrado el lugar idóneo para el enterramiento, realizaban huecos antropomórficos, de cerca de un metro y veinticinco centímetros de longitud, horadados artesanal y pacientemente en el granito.
En las afueras de Sotoca de Tajo, a unos dos kilómetros, se encuentra una de estas necrópolis comunales de origen visigótico, en un paraje conocido como la Peña de los Santos. El lugar trasmite solemnidad y cumple con todos los requisitos para convertirse en un camposanto arriano. Desde lo alto de la Peña y rodeándola, se divisa el Barranco de la Fuente de la Nava, un desfiladero muy erosionado por la acción del agua, por el que discurre en la actualidad el suave cauce de un arroyo que, sin embargo, permite adivinar un impetuoso pasado como acuífero.
Sobre la mole granítica se distinguen perfectamente ocho cavidades antropomórficas, ya excavadas o expoliadas, dispuestas a pares en dirección Oeste-Este, con la cabeza dirigida hacia el ocaso solar, a la manera cristiana. Así distinguimos tres grupos de enterramientos separados entre sí, y en cada enterramiento dos o tres oquedades, a modo de unidad familiar, sobresaliendo unos cincuenta centímetros una por encima de las otras dos, en lo que podía ser una pareja de marido y mujer o de padres e hijo. En las cercanías de los habitáculos hay restos de lo que debieron ser las lápidas que las protegían, pero en ninguna de ellas hay trazos de escritura o de policromía.
El resto del macizo granítico está absorbido por la vegetación y fracturado por los agentes exógenos que actúan a lo largo de las estaciones, lo que nos impide saber si existen más enterramientos no excavados.
En la falda del cerrete, hay restos de muros, puertas y tabiques, de origen medieval, en lo que debió ser un refugio de ganado y varias ruedas de granito excavadas en las vetas de la roca, todas inacabadas y todas fracturadas, lo que hace pensar que las abandonaron inconclusas por ineficaces. De la misma forma, hay un curioso grupo de monolitos dispuestos en círculo del que, a ciencia cierta, no se sabe su origen o posible utilidad aunque, por su disposición, bien podrían haber sido puestas por los mismos pastores para ser utilizadas como lugar de reunión y asueto mientras descansaba el rebaño en las dependencias anexas. También se sabe que los mismos pastores, durante siglos, han venido depositando piedras de sal gema sobre el granito, lo que les confiere ese tono blanquecino, y así los rebaños se arremolinaban junto a las rocas para chupar la sal evitando la dispersión del ganado por el valle.
De regreso, nos despedimos de las, omnipresentes en el meridiano, Tetas de Viana o Peñas Alcalatenas para encontrarnos con el curioso "pino de las cuatro patas" y regresar a la frescura del lavadero de Sotoca de Tajo, donde el caminante se puede dar un generoso remojón en un lugar tranquilo, a salvo de indiscretas miradas.
La pequeña localidad de Sotoca de Tajo, también merece un corto paseo. Ubicada junto al gran río, que marca y divide la comarca, se encuentra abocada a él física y espiritualmente. Desde antaño los moradores de este pueblo han convivido con sus aguas proporcionádoles sustento y compañía.
De pleno sabor rural, abandonarse a los paisajes y sonidos que invaden las viejas callejuelas de su pequeño casco urbano es someterse de nuevo a las ancestrales leyendas de la reconquista castellana.
Sobre el caserío sobresale la Iglesia del Santo Cristo, de origen románico y, como atestigua su fachada, ha sido bastante remodelada a lo largo del tiempo, siendo la mayor parte del Templo actual construido en el Siglo XVI. Sin duda, es el edificio más importante de la población. Presenta diferentes cuerpos añadidos en sus laterales. La fachada, realizada en piedra trabajada y con forma de frontón, está rematada en un campanario de tres vanos, dos de mayor tamaño y uno central sobre un plano más elevado. Es una iglesia de reconquista, con planta de cruz latina y tres naves separadas por columnas con ábside, muy posiblemente como reminiscencia de una fase constructiva de estilo gótico.
Existe además otra Ermita, la de San Martín, de reducidas dimensiones que sigue el esquema del resto de las ermitas de extramuros de la comarca, con un interesante recinto "in antis". A escasos cincuenta metros, se alza una cruz y una placa conmemorativa que recuerda el lugar exacto en el cual, el 16 de Septiembre de 1.213, falleció San Martín de Finojosa.
- GR-10: Sotoca de Tajo está atravesada de Oeste a Este por el Sendero de Gran Recorrido GR-10 o E-7, en su camino desde Ruguilla a Carrascosa de Tajo, población perteneciente ya, y por la que se accede, al Parque Natural del Alto Tajo.
- Fiestas locales: 13 de Junio. San Antonio. Agosto. San Martín. Las fiestas patronales de Sotoca de Tajo se celebran, en honor de San Martín de la Finojosa, el segundo fin de semana de Agosto, recogiendo al santo en la Ermita de su advocación y llevándolo a la Iglesia Parroquial. Tras la misa se festeja con música y merienda y, después, es devuelto a la Ermita.
- Cobertura de móviles: Ningún operador de telefonía móvil tiene cobertura en esta población.
- Gasolineras y Supermercados: Las estaciones de servicio más cercanas se encuentran en Trillo y en Cifuentes. Hay varios supermercados, a 12 kilómetros de distancia, en Cifuentes.
- Basura: Conviene ir provistos de bolsas suficientes para no dejar ningún desperdicio, incluidas las colillas de tabaco. Los contenedores se encuentran junto al Juego de Pelota y el Lavadero, a la salida del pueblo.Y recuerden... "Siempre hay que dejar los lugares visitados, mejor de lo que los hemos encontrado", por lo que debemos "siempre" recoger cualquier resto inorgánico aunque no sea nuestro.
Datos útiles:
- Casa Rural "El Cerrao de San José". Ruguilla. Situada a la entrada de esta localidad. Finca "El Cerrao". Tel: 949.818.823
- Casa Rural "Casa Bolilla". Ruguilla. C/ Juan Francisco Yela 23. Decorada con excelente gusto, cuidada gastronomía y exquisito trato. Tel: 949.818.912. Directora: Jordana de la Roja
- Habitaciones "Molino El Angosto". Ruguilla. Ctra. de Sotoca a Huetos s/n. Posibilidad de alquilar la casona entera o por habitaciones. Tel: 949.818.825
Este artículo ha sido publicado en:
- www.cifuentes.es. Página Oficial del Ayuntamiento de Cifuentes.
Documental TV:
- Serie "Caminos de Piedra y Miel", Capítulo "Pedanías de Cifuentes", Guadalajara TV, 2.004. Presentado por Cristina Cueto.
(C) Óscar Quirós, 2.004 - Revisado y actualizado en Noviembre de 2.007